La cadena española DIA desconoció este jueves las denuncias por presunto fraude laboral y asociación ilícita que presentaron ante la Justicia cientos de empleados de concesiones y franquicias vinculados a la firma.

El grupo supermercadista hizo pública su versión luego de que iProfesional diera a conocer la mega demanda iniciada en la Argentina tras el cierre de 164 sucursales y 1.640 despidos en los últimos tres meses.

'A nosotros no nos consta ninguna denuncia', afirmó a este medio una vocera de DIA.

Se trata de una querella penal impulsada por el estudio ASK Abogados, a cargo del abogado Alejandro Sánchez Kalbermatten, por presunta asociación ilícita y defraudación.

La demanda por $700 millones se tramita bajo secreto sumario en el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Nro. 32 de la Ciudad, y apunta contra seis de sus directivos.

A raíz de los reclamos, la empresa sufrió 33 fallos adversos el año pasado en Argentina y, según Kalbermatten, mantendría conflictos abiertos en varias localidades de España. Allí el tema llegó a la Audiencia Nacional, un tribunal con jurisdicción sobre todo el territorio e incumbencia en delitos de gravedad.

Sin embargo, desde DIA minimizaron las denuncias y aseguraron que en su país de origen no registran mayores conflictos.

'En cuanto a España la Comisión Nacional del Mercado de la Competencia falló (hace ya algo más de un año) a favor de DIA, también hubo un intento de querella que ni siquiera fue admitida a trámite por los tribunales. El nivel de litigiosidad en nuestra compañía es prácticamente nulo', indicó una vocera del grupo.

El lunes pasado, una treintena de damnificados realizaron una nueva protesta frente a la sede central de la firma en Palermo, ubicada en Seguí 4646, en simultáneo con una manifestación organizada en Madrid por la Asociación de Afectados por Franquicias de Supermercados (ASAFRAS).

Lejos de convertirse en 'socios para el éxito', los administradores de tienda bajo el régimen de concesión y franquicia denuncian contratos ilegales y supuestos inventarios truchos, desabastecimiento, subfacturación, descuentos forzados y deudas ficticias.

Según sus testimonios, primero sufren pérdidas 'manipuladas', que pueden triplicar las ganancias prometidas. Luego se ven obligados a endeudarse con DIA para refinanciar el supuesto pasivo. Y por último, al no poder hacer frente a sus compromisos, no les queda otro camino que quebrar.

Por estos motivos, Kalbermatten sostiene que 'no se trata de una concesión o una franquicia sino más bien de una relación laboral encubierta' en la cual tanto los titulares de tienda como los trabajadores son en realidad empleados de DIA, aunque la firma no los acepta como tales.

La Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo sentó un antecedente en febrero del 2011 al condenar a DIA por 'fraude'. En ese entonces, obligó a la firma a reconocer a una trabajadora de una franquicia como empleada directa, en base a los artículos 14 y 29 de la Ley de Contrato de Trabajo.

En Portugal y Brasil, DIA también afronta reclamos por supuestas malas prácticas comerciales y laborales, mientras que en Francia como en Turquía, directamente se desprendió del negocio. En estos últimos casos, la firma adujo que la decisión se debió a su interés en focalizarse en sus principales mercados.

Persianas bajas: con el correr de los días, el cierre parece definitivo.